¿Te
encuentras ahí? ¿Todavía me escuchas? ¿Puedes ver lo que yo veo?
Ya
no te siento, estas lejos. Qué fue del hombre aquel que con sus cálidas manos
arroparon mi alma y secaron el mar de mis ojos. ¿Lo puedes ver? ¿Sabes cuál fue
su destino?
Nunca
hubo sentido en nosotros: no había pasado, presente ni futuro… Somos almas
destinadas a la basura y como tal, dentro de todo el revoltijo, nos
transformamos. ¿Me sigues? ¿Sabes a lo qué me refiero? Fuimos el clásico cliché
del cine, somos la mierda del siglo.
Dile
a tu hermano que deje de interferir, la carta es para ti. ¿Cómo lo sé? Siempre
estuvo ahí. Déjame explicar paso a paso cómo fue nuestro fracaso, deja
envolverte por última vez en el mundo de las letras. Vamos a situarnos en el
azul de la calle Lindavista. ¿Crees poder decir basta?
Tu
estas tan allá y yo tan aquí ¿Dónde encuentras consuelo? ¿Será acaso en el bar
de la 6ta donde una cerveza, una aceituna y Jim Morrison nos dieron noches de
amargura? ¿Es arriesgado regresar? El tiempo no existe en nosotros, todo lo que
somos, no fue.
Tan
tuya y tan mío. Tan para nadie.
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