martes, 30 de septiembre de 2014

Transeúnte por tus venas, 
Me embriago de reconcomio
Otra vez estoy sola, 
con mi cigarro y un vodka…
No siento mis labios
tengo atorada mi lengua entre los dientes
busco pastillas para quitar mis más profundos deseos.

Desaparecí

Había hecho mis planes ese día, sabía que ponerme, que decir y con quien ir. Tenía todo calculado, incluso pensaba no llegar hasta el siguiente día. Pintaba para una noche armoniosa. Ese mismo día, temprano, recibí su llamada: “Hola, ¿Si vendrás, verdad? ¿Sabes cómo llegar? ¿Te puedes encontrar con Ernesto para venirse juntos? Sale nos vemos, trae alcohol.”…
Llegó la tan esperada noche, salí y me iba a encontrar efectivamente con Ernesto y unos otros agregados para irnos a la casa del cumpleañero. Llegamos, compramos nuestra medicina y nos dimos a la fuga. Algo había en el aire que no todos estábamos con ánimos, no todos sabíamos que íbamos a encontrar. No estábamos ahí. En el camino todo fue tranquilo, íbamos platicando, echando una pequeña broma, poniéndonos al tanto del poco tiempo que no nos habíamos visto, hasta que era el punto donde debíamos de bajar. Hilda, novia de Ernesto hizo la parada y así fue, nos bajamos todos entre empujones, yo con el estómago en los ojos, y nos fuimos caminando. Entre todo el terregal que hacía que nuestros zapatos limpios para la ocasión se mancharan. Observábamos y admirábamos la calle, la noche era de nosotros y sabíamos que en nosotros estaba alterarla.
Llegamos, un poco de gente, soda stereo y velas resaltaban el lugar. Nos saludó el cumpleañero, no con el ánimo que uno espera, pero si con alimento. Agarramos unas sillas y nos fuimos a la esquina, alejándonos de las personas, cada quien tenía su grupo de amigos, todos estaban ahí pero ninguno en el momento. Era tan raro sentirse tan excluido a pesar del lugar tan diminuto. Pasaban los minutos y comprendí lo que sucedía, a lo lejos había dos sillas con dos chavas, muy raras. Pero ninguna hablaba con nadie, solo entre ellas, pero al par de dos segundos, él se acercó a una de ellas, la atención era evidente… Ella estaba ahí porque él lo quería y todos sabíamos que ella mañana no regresaría a su casa. Ella estaba con él. Esas deducciones las hicieron todos los presentes, yo quería salir, sentía como si un bloque de cemento cayera justo en mi cabeza, me sentía bastante estúpida, otra vez yo, ahí, malinterpretando palabras y besos. Cayendo en camas de fuego.
Se hicieron la 1 am, todos estábamos con un ánimo terrible, no había ambiente, no había atención, no había nada. Salimos los que llegamos juntos, íbamos a ir al centro a pasarla bien. Llegamos y uno se fue, yo seguí a la nueva pareja de Ernesto e Hilde a un lugar que jamás había imaginado pisar. Era un lugar de aquellos, que a muchos le entra la curiosidad, el morbo de ver. Sin embargo no es un lugar donde yo decida gastar mi tiempo, todo era masoquismo al extremo, parejas golpeándose y la música que muy apenas agarraba el ritmo. Aparte, sin que se me escape mencionar,  la vestimenta era totalmente negra y yo como aguja en un pajar, con mi camisa estúpidamente azul eléctrico. No me sentí de allí, no lo disfrute, tenía en la mente lo sucedido antes de llegar ahí. Salimos de ese lugar, nos encontramos a Lucía, su novio y un amigo de ellos, decidimos que iríamos a un lugar un poco “mejor” que en el que estábamos, por “mejor” solo me refiero a la clase alta de lo bajo. 

Llegamos y como todos iban en parejas, era de esperarse que me quisieran aventar a su amigo como carnada, estuvimos platicando un tipo muy agradable, está estudiando para médico y aparte de eso era poeta. La noche se hizo larga entre sus poemas, tenía una voz digna de recitar, pero sus poemas no me atrapaban, yo creo que de no haber pasado por lo que tuve que pasar esa noche, lo hubiera besado o me hubiera enamorado de sus palabras. Lo único que paso es que yo quería salir corriendo, entre las excusas que pasaban lentamente por mi mente. “El vega” novio de Lucia se levantó y dijo: “ya vayámonos”. Y así fue, nos fuimos, el joven poeta me acompaño a tomar mi taxi y otra vez desaparecí, de él, de todos y de mí. 


Solo quería ser

Pocas son las canciones que me hacen vibrar, que me hacen querer llorar. Pero ese día, no sé si fue el suceso que había pasado donde él había llegado con su semblante de arrogante y que no quería estar ahí o que tenía cosas que decirle y las había reprimido, o simplemente porque la voz de la persona que cantaba, aparte de tenerla a centímetros, era angelical y la canción que entonaba era un éxtasis profundo.


Pero entre las cervezas, el humo, las personas, el ambiente cálido: Yo quería llorar, quería llorar a cantaros y quería que todos lo notaran, quería que pusieran atención al acto que iba a proceder, pero quería que nadie me dijera nada. Quería ser amada como odiada. Solo quería ser. 


Surreal

Llego el tan afamado viernes, todo el día en la escuela, leyendo y sufriendo de gripe. Recibo el mensaje de una amiga: Tania, me dice que va a salir con su ex novio y que irá Fernando con ellos, debo decir que eso hizo que algo de mi alma muerta, despertará entre todos esos cubículos donde me encontraba, me sentí viva y amada más que todos los que me rodeaban.
La historia de Fernando y yo es tan cómica y carece de sentido alguno. Nos conocimos a la mala, para no hacer el cuento más largo, a la segunda cita ya nos habíamos acostado. Era guapo, de muy buen ver. Pero su cabeza era vacía, me dirán: ¿qué es lo que te llamo la atención de alguien así? Ni yo lo sé. “Teníamos” una “relación” de amigos, de esos amigos que comparten cuerpos unas horas y al terminar se despiden como desconocidos… éramos de esos amigos. Todo había funcionado bien en dos años, decir dos años hasta a mí me pesa. Pero había algo que en los últimos meses no habíamos solucionado, todo parecía tan “surreal”, que por un momento pude llegar a pensar que en verdad nos gustábamos, qué había un futuro dentro de ese desmadre. Pero no fue así, no había terminado, pero ya no era igual ¿Por qué? No lo sé, es algo que aún no logro explicarme.
Hice todo lo posible para ese día ir con ellos, llegue a mi casa peleé con mis padres unos momentos, pero al final conseguí salirme con la mía. Llegue temprano como era de costumbre, iba con mi pelo alborotado, sin ganas por haber estado todo el día en la biblioteca… Pero con el estómago hecho una mierda. Espere unos 15 minutos y llegaron, me saludaron y quería abrazarlo, besarlo y decirle que estaba feliz de verlo, pero no fue así ni siquiera me atreví a darle los ojos.
Caminamos a un bar… Debo confesar que mientras escribo esto, lo hago con el ánimo más arrastrado, no es algo que quiero recordar, no me enorgullece. Caminamos al bar cruzando la calle, era un buen lugar, eso me ponía un poco contenta, saber que iba a escuchar buena música por lo menos. Todo estaba tan callado, sentía su mirada y sus ánimos por hablarme, pero lo sentía hipócrita. Después de un tarro grande de cerveza obscura, las palabras salían sin que yo las pudiera detener. Nuestra “relación” es  de amor apache, el me trata mal, yo lo trato mal, pero ahí estábamos besándonos.
De algo si estaban todos seguros, él se estaba portando como un imbécil y yo lo merecía, en verdad que lo merecía. Al ver su trato toda la noche, también me puse en mis ánimos de idiota y juntos hicimos un “caos”. Al final, después de varias cervezas, tenía que vomitar, se me había subido, lo único en mi estómago era un plátano, un café y una barra nutritiva tomada aproximadamente a las 10 am. Fui al baño y me quede un buen rato, según las malas lenguas fue una hora, lo dudo. Por fin salí y lo vi sólo, ya se habían ido los otros y quedábamos los otros, le dije como excusa y no ponerme en evidencia que imaginaba que mi amiga estaba en el baño y que ella era la que no salía. Al parecer la creyó. Quiero hacer remembranza de todo lo que me dijo, pero no recuerdo. Debí haber estado muy ebria, pero debo confesar que 2 o 3 momentos si estuve a punto de soltar mis lágrimas… Ya sabrán que habremos discutido....

En los minutos a despedirnos, yo lo aborrecía, me quería ir, no quería verlo y se lo hacía saber, pero él me besaba ¿Qué más podía hacer? Llego mi madre, salí corriendo y no volteé para nada. Subí al coche y me desvanecí entre las nubes y con ello su recuerdo.



El parecido a la realidad, es solo el invento para una buena historia.

Día, “¡Oh bendito!” Día, he aquí el dilema. Desperté queriendo ir a la escuela, no me importa mucho el qué dirán, ya sé que historia inventar, pero pensándolo bien, ni siquiera es un invento, es mucho más real, sé que sucedió. No del todo pero sucedió en su mayoría.
Mientras me arreglaba y pasaban las horas en mi casa, no tenía el pensamiento de que en verdad iba a ir, simplemente podría ser que llegando me dieran ganas de asistir. Todo fue normal, llevaba mi lectura del día, etc… Llegué y dije ¿Por qué no asisto? Y así fue. Llegué buscando al tutor, coordinador para hablar de mi situación, como si en verdad hubiera pasado y como si en verdad me interesara no perder el semestre. No los encontré a ninguno de los dos, la hora que los busqué tampoco fue apropiada, sabía que no los hallaría, sin embargo quería mentirme de que hacía algo bueno. Entre vueltas y vueltas dije: ¡Me voy! Y me fui caminando a mi trayecto de los días pasados…
Me topé con el auditorio donde había una exposición de arte. Al parecer no había nadie, eso rápido llamo mi atención. Llene unos papeles y me dispuse a ver la galería. Eran buenas esculturas, así como fotos. Me lleno, en verdad me hizo sentir muy cool, no puedo describir qué vi y qué sentí, sin embargo puedo decir que saliendo de ahí volví con ganas a querer rescatar mi situación.
Volví, me di cuenta de la hora. Encontraría a algunos de mis “compañeros” riéndose en el pasillo, contando anécdotas del día siguiente y sé que muchos se extrañarán en verme. ¡Total! Qué más puedo perder… Acercándome ya al salón, salude a algunos. No me producía nada bueno el hacerlo. Estaba mi viejo amigo, el único con el que podía hablar tranquilamente y al que debí mentirle para no perderlo (es una lástima). Platicamos, me puso al tanto y me fui a estudiar, sabía que había examen ese día así que no perdí más el tiempo. Llego la señora, que no del todo me cae muy bien, debo de admitirlo, es tan buena y tan amable que eso me produce miedo. A la vez es tan misteriosa que eso es lo que no soporto. Me saludó, pregunto cómo me fue, las preguntas que yo ya había pensado que me harían y procuré abordar un poco el tema. Conversamos, se acercó otra chava, que desde los primeros días me hizo una cara fatal, pero esta vez se “preocupo” del por qué no había asistido, supuse rápido que era parte del chisme.
Todo parecía ir “normal”, como si tan solo hubiera pasado un fin de semana. Las cosas llevaban el mismo curso, al menos así lo creía. Termine el examen, salí a buscar a los coordinadores, no hubo respuesta de ninguno, pero vi a lo lejos a mi pequeño amigo que de semanas atrás, nos conocimos curiosamente, preguntándome por mi mochila. Platicamos un rato, me contó lo desagradable que es su vida, sé que no estoy en posición para decirlo, pero un tipo como él, será buena persona y amable, pero el estilo de vida al menos yo sé que es desagradable, sin mencionar que para sus “problemas” su novia la “interesada” ya no lo quería. 
Era hora de la siguiente clase, todos entraron. Debo decir que a mí la clase de "jdjdsk" no me gusta y tuve la “fortuna” de tomarla este semestre otra vez, pero con un profesor que más que darme ganas, me da hueva. Este guapo, pero esta no se la perdono. “BLAH, BLAH, BLAH” eso es lo que pasa por mi mente, veo como fluye todo y nadie me habla, tampoco hago el mínimo esfuerzo por hacer contacto visual con alguien. Todo me parece vacío y frívolo. No sé por qué regrese, en verdad no me gusta, quise hacer las cosas bien, pero no quiero. El caos es para mí, como lo soy yo para el: Necesario.
Se acaba la clase, voy con el profesor a mencionarle que había faltado, que perdí el derecho a examen y que tenía una muy buena historia a mi respaldo, su contestación fue la del típico profesor que sabe hacer su trabajo: “Primero tráeme el justificante y luego veremos”. Sin más preámbulos eso desato mi soledad, sé que estaba en lo correcto, pero no quería enseñarle nada. Sabía que ese era el último día en que lo quería volver a ver. Asentí con la cabeza y fui a recoger mis cosas.

Pensaba que de todo el día, él chico que había conocido días atrás me hablaría y no lo hizo, me reprimía el solo pensarlo. ¿Iba a la escuela, solo para llamar la atención de un chavo? ¡Que absurdo suena eso! Sin embargo sé que también me molesto su indiferencia. No sé hablo más, no iba a regresar. Un día dónde el comienzo de la semana era el final de mis días. 


Todo esto alguna vez fue de ellos...

Salí de mi casa con la idea de que iba a volver a ser la misma mierda, pero en otro día. Sé qué pensarán que todo lo que ocurre es culpa mía y porque yo así lo dispongo. Puede ser cierto, como la posibilidad de que no. Ahí iba yo saliendo del carro de mi madre, con un pantalón que para nada me ha gustado, no sé ni porque lo compre, el color es de muy mal gusto, pero en fin. Una blusa blanca, sin nada abajo más que un sostén, un poco de transparencia, nada fuera de lo normal. Para quien me conozca y para quien no, (por lo visto durante mi trayecto a la escuela) era de asombro. Igual me vale una reverenda madre.
Subí al transporte con mis audífonos y creo recordar la canción del momento, que era algo de Kings of Leon. Esperé a propósito ese camión, era el que rodea más y para el tipo de vida que decidí llevar ahora, era el mejor para perder tiempo. Llegue a mi destino con el tiempo exactamente calculado, corrí entre las personas y entre mi recorrido encontré a unos viejos amigos, al parecer a Lucía se le había roto la sandalia y su novio “el vega” se le ocurrió darle una cinta adhesiva para que los pegará y poder llegar “sanos y salvos” a donde iban a ir (Muy probable, era el centro de la ciudad). Los salude e intercambiamos palabras para quedarnos de ver, junto con otros amigos, el próximo fin de semana, ya saben un poco de alcohol y buenos amigos no se pueden negar, al menos yo no lo puedo hacer.

Después de la interrupción a mi destino final, continué. Debo decir que al tomar la decisión de lo que haría en estos días, disfruto más del paisaje que se me presenta alrededor, procuró poner la mayor atención y no descuidar ningún detalle. No porque en verdad lo quiera hacer, sino que se ha vuelto de mi naturaleza, admirar todo. Y no es para menos, un bonito recorrido entre árboles a todo mundo lo llena de vida, sino es así, no sé qué clase de ser alegre sea.

Llegue al lugar donde paso mis días, el recepcionista centra su mirada en mí, como si por dentro supiera lo que hago, alguien debió decirle que estoy gastando mis días. Sin embargo no dice nada, solo me ve. A su lado un joven, muy guapo por cierto, que luego lo ayuda, se ve que es para terminar su servicio social, él también me sigue con la mirada. Llego a mi lugar de siempre, abro mi computadora busco terminar el libro que ha cambiado mis días…

¡Lo he terminado! He sentido un alivio por haber concluido con un libro de esa magnitud, por otro lado, siento una pesadez, una ligera tristeza de que tengo información que no sé qué haré con ella. Me puso mal saber que eso se había acabado. Una semana me basto para devorarme ese pequeño monstruo.


Buscó otro libro, de algo me tengo que entretener… Veo la hora, esta vez mi padre vendrá por mí, el plan es más fácil de llevar, mando un mensaje a su celular y le comento donde recogerme, él accede. Solo salgo y espero su llegada, mientras tanto me pongo a ver los carros pasar frente a mí. Sus luces encandilan, pero sé que hay algo que quieren decirme ¿Qué será? Pronto lo sabré…


TIEMPO

Últimamente la palabra que ha girado en mi entorno es el “tiempo”. Parece que todos viven tan atareados por esta pequeña palabra, la mencionan para hacerte “reaccionar”, para que “comprendas”, o “aprecies” el recurso tan escaso que es y en efecto puede ser todo lo que tu le quieras poner, sin embargo lo que no me parece es que por querer abarcar o cumplir con esta palabra “tiempo”, en verdad no la entiendas… No la vivas y la disfrutes.
Me pueden decir que hay que vivir en un marco realista, donde todo se mueve a través de lo que hoy haces y pierdes, donde tu tiempo es una valiosa pieza para todos, buscando como “aprovecharlo” o “consumirlo”, donde las reglas de la vida ya están escritas y si no cumplen tal y como lo dictan, estas “perdiendo el tiempo”.
Creo y al decir esta vulgaridad de creer, que no sé en su totalidad ni por qué estamos aquí, ni cuál es nuestro propósito, pero lo único que sé es que para mí alguien que “pierde su tiempo” no existe. 
Todo lo que somos hoy, es la “construcción de ese tiempo”… Aun así seas un bueno para nada, un imbécil, un empresario, etc, etc…
Uno que otro se preguntará: “¿Pero eso no es un pensamiento mediocre? ¿Darle justificación a aquellos que no hacen nada?,” blah, blah, blah. 
Pos podría ser, a su razón… podría. El punto al que quiero llegar es que todos los días escucho comentarios de personas atareadas por el tiempo y lo que este les cuesta, desde la escuela, el trabajo, salario, amigos, familia, amor y un sin fin de cosas. Mi pregunta es ¿Si no sé tuviera la apreciación del tiempo o la importancia de este, en verdad sería lamentable no haber dicho palabras en el momento exacto, o no haberse despedido de alguien o cosas de este tipo, viviríamos con ataduras, vaya, casi al punto de considerarse “seres insensibles”? ¿Qué tan “loco” es la idea de “vivir” sin tener la noción”? ¿Es en verdad importante y fundamental para la transcendencia? …. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

México, me dueles. En palabras vulgares:

Democracia, de acuerdo con la RAE es la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y/o predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Ahora bien hablar de democracia en México, siempre ha sido un tema que a muchos nos gusta abordar y que desafortunadamente no todos han dado en el clavo. Se habla de hacer notar los beneficios y grandezas, de aquellos que hicieron lo que quisieron menos integrar al pueblo.
En este caso, me atrevo a dar mi punto de visto al respecto, como estudiante,  a muchos jóvenes el tema de la democracia y qué va a pasar con México es muy importante, ya que para conocer y entender lo que vivimos ahora, al menos en mi punto de vista, debo conocer la historia y más aquella que al parecer “nos ha condenado” a repetirla, en este nuevo sexenio nada nuevo del presidente Enrique Peña Nieto.
Y que mejor manera de hacerlo que hablando de su cabeza o al menos así lo era, Carlos Salina de Gortari, quien no sólo de jacto de ser un tecnócrata y de traer consigo a toda una nueva era del capitalismo, sino que sin más pudor, hizo públicos todo tipo de fechorías que para nada ayudaron a la democracia. Algunos argumentan que esa transición se dio con los procesos electorales, al dar afirmación a que sean limpios y justos. Pero esa famosa “caída del sistema” deja mucho que desear y sobre todo pensar que fue un proceso limpio.
Claro habrá que mencionar quien si lo crea, a pesar de todo esto, las implementaciones que Salinas hizo no fueron nada democráticas, todo lo que se ve en este sexenio son puros intereses económicos y no para el país, para nada esta rescatar la deuda externa. Todo esto conlleva a proteger monopolios, hacerlo crecer, ayudar a los empresarios, etc… Pero el mexicano promedio, el mexicano que todos los días sale a trabajar y regresa tarde a casa, ese mexicano no contó en su plan de querer restaurarlo y llevarlo por el camino global.

De nada nos sirve estar dentro de un mundo globalizado y contar con lo mejor cuando la mayoría de la población vive en pobreza y no “goza” de todas esas utilidades.


"SOLO PARA LOCOS"

Después de días y de un largo recorrido de lecturas, algo se me tuvo que haber quedado, de algo tengo que sacar conclusiones...
Hace meses o bien, desde que entre a la universidad, las ideas de los demás han influido en mí, ahora que leo algunas cosas, puedo decir que estaba totalmente equivocada o al menos que mis ideas no tenían argumentos que las respaldarán más que las opiniones y estoy segura de algo que esas opiniones tampoco tienen fuentes confiables...
Se que soy Iliana, que al menos en este mundo "estoy viva", sé que siento porque conozco la definición, sé que pienso porque lo estoy haciendo al escribir esto, pero lo que no sé es sí soy yo en su totalidad.
Soy de una época, pero no siempre he sido yo en su totalidad, mi cuerpo ha cambiado también mis pensamientos, lo único “yo” es el punto dijo que tengo entre el pasado y el futuro, el presente a la vez me parece una utopía, no la llego asimilar cuando ya ha pasado, soy ignorante a lo que pasa en mi “yo” presente. ¡Vaya! Ahora quiero llorar por no saber que nunca conoceré a mi “yo” o al menos no pronto…
Ni siquiera estoy segura de mi razón, puede ser un sueño o puede llamársele de otro modo que en este tiempo no ha sido inventado…
Seguro leyendo a los filósofos, algo bueno debe quedar en mí, sino creo enloquecer…

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿ES BUENO?

La sociedad mexicana enfrenta el rezago español, hemos y sentimos estar sobajados por todos, somos revoltosos y es ahí cuando estamos juntos. Tenemos un gran sentido de pertenencia, solidaridad con nuestra tierra. La familia aún sigue siendo importante, sin embargo con la entrada de esta era globalizada hemos perdido esto.

Nos ha llevado a un estilo de vida “liberal”, ¿Es bueno? Creo que el poder elegir y que se le sea “escuchado” a uno es más que bueno, sin embargo hasta qué grado hemos perdido valores morales, pero hemos ganado tecnología, hemos “avanzado” dentro del mundo…



 Es en realidad esto ¿Bueno? Llevamos un adelanto tecnológico, pero a su vez nos hacemos individualistas y mezquinos, solo el “yo” es el que importa, pero dónde está el límite de nosotros, como seres humanos… ¿Es la manera de aprender? ¿Hemos aprendido? ¿Qué es lo que hay que aprender? ¿En verdad lo necesitamos?


https://flic.kr/p/p2VPUQ

Tan tuya, tan mío, tan de nadie...

¿Te encuentras ahí? ¿Todavía me escuchas? ¿Puedes ver lo que yo veo?
Ya no te siento, estas lejos. Qué fue del hombre aquel que con sus cálidas manos arroparon mi alma y secaron el mar de mis ojos. ¿Lo puedes ver? ¿Sabes cuál fue su destino?
Nunca hubo sentido en nosotros: no había pasado, presente ni futuro… Somos almas destinadas a la basura y como tal, dentro de todo el revoltijo, nos transformamos. ¿Me sigues? ¿Sabes a lo qué me refiero? Fuimos el clásico cliché del cine, somos la mierda del siglo.
Dile a tu hermano que deje de interferir, la carta es para ti. ¿Cómo lo sé? Siempre estuvo ahí. Déjame explicar paso a paso cómo fue nuestro fracaso, deja envolverte por última vez en el mundo de las letras. Vamos a situarnos en el azul de la calle Lindavista. ¿Crees poder decir basta?
Tu estas tan allá y yo tan aquí ¿Dónde encuentras consuelo? ¿Será acaso en el bar de la 6ta donde una cerveza, una aceituna y Jim Morrison nos dieron noches de amargura? ¿Es arriesgado regresar? El tiempo no existe en nosotros, todo lo que somos, no fue.


Tan tuya y tan mío. Tan para nadie.

ANÉCDOTAS DE UNA VIAJERA

Me levantó, otro día más en el que trato de buscarme en las personas en las actividades que debo de cumplir…
Me lleno de agua fría hasta los pies, salgo, me visto y mis ideas no parecen claras, sigo divagando en pendejadas…
Corro apresurada a tomar el sig. taxi llegar temprano y toparme con mi suerte. Mientras voy arriba del transporte y con mis audífonos de mala calidad, pienso en que haré llegando a mi destino… Iré por la cerveza que se me prometió? O trataré de sacar cualquier excusa para enfrentar lo que debía hacer una vez más…
Llego, mi corazón late desesperado por el hecho de encontrarme a aquellos que quiero y no quiero ver… Para mi suerte, lo veo primero a él, con su sonrisa me recibe y me pregunta del por qué mi visita… Solo quiero salir de ahí, evito contacto visual y me porto de la manera más mamona, cosa que después me arrepentí de hacer…
Me encuentro con amigos, vamos por la cerveza deseada… Llegó no me gusta la gente que nos acompaño y en mi mente solo esta él, lo deje.. Sin decirle ni invitarlo a acompañarnos, eso me mato. Salgo de ahí sin despedirme, corro a buscarlo y no lo encuentro, me resigno y regreso con mi dignidad por los suelos, tomo mi cerveza y solo quiero que las horas pasen rápido y no sentir tanta vergüenza.
10 minutos para las 4, salgo corriendo de ahí a mi primera clase, mi otra nueva oportunidad, no me siento emocionada, ni contenta, solo pienso en no cagarla… Llegó e inspecciono a mis compañeros, veo a mi alrededor, sus acciones, lo que se dicen y como tratan a los demás… Vuelvo a la misma mierda secundariana. Procuró pasar el día con la actitud más amena posible, conozco a alguien que hace de mis horas algo pasables, pero no me quita mi sensación de salir de ahí…
Salgo, me siento orgullosa de haber cumplido mi meta del día y enfrentar los retos, voy caminando en la noche por los árboles, no sé que pensar, me siento vacía, en verdad que me siento vacía…
Mi madre pregunta cómo me fue, yo solo respondo que bien, miento una vez más, no me fue ni bien ni mal, mi mente no estaba donde se supone que debía de estar… 
Llego a mi cama y escribo esto… Me siento terrible, quiero llorar y gritar porque no siento nada, me siento culpable y me preocupa el que dirán, a lo que a la vez me vale mierda… Solo quiero que termine este día, este mes, este año.
Solo quiero que vuelva la luz y la emoción por las simples cosas…

HAN LLEGADO LOS 20'S

Han llegado los 20’s, desde hace meses no lo he asimilado hasta estos días. A lo largo de mi corta existencia, dentro de este planeta lleno de seres vivos que algunos ni están tan vivos, creo haber visto de todo. Me he enamorado, solo una vez, he tenido varios novios, más que decir que no han aportado nada, se que su presencia en mi vida ha hecho una experiencia, que hoy por hoy forman parte de la construcción de mi ser. He besado a varios, he tomado hasta ponerme hasta las “chanclas”, fumado de todo tipo de cigarros, desde las mariconadas con menta, hasta la deliciosa mariguana. He tratado de leer bastantes libros, de conocer el mundo, de ponerme en situaciones peligrosas para sentir la adrenalina, porque yo soy así y chingue su madre. 
Sin embargo, esta semana he entrado en un conflicto: No sé quien soy. Es bastante fuerte la palabra, imagínense no saber quienes son, qué hacen y cuál es su función, es una patada en cara. Les platico, me gusta la fotografía, me encanta escribir, me gusta la música y todo lo que sea de tipo “cultural”, el arte, cine, etc… 
Me he puesto a pensar que estoy quebrada o al menos esa es la idea de que me han vendido y que desgraciadamente la he adoptado. No tengo novio y no saben como me emperra no encontrar a alguien o tal vez no que lo encuentre, porque no es algo que busque todos los días, sino que alguien llene o alguien con quien invertir el tiempo, alguien con quien complementarme. Preguntas como ¿Seré yo? Cuál es el pedo conmigo? ¿seré gay? ¿Seré hombre? ¿Seré asexual? ¿Seré bisexual? ¿simplemente
ellos y sus estándares tan altos? o es acaso que no hay amor propio?...
, Cuál es la puta solución a mi puto problema… Esto es uno de mis problemas existenciales, ver a mis amigas con hijos, casadas o felizmente enamorada, si me hace sentir bien quien sabe cómo, pero aguanten se que soy una chamaca nalgas miadas, sin embargo me “duele”.
Otra cosa, no sé aún que estudiar, he cometido estupideces y he hecho sufrir a mis padres con mis decisiones, me lamento tanto por ello. Pero a veces siento que ni me entienden, eso ya lo descubrí, el problema radica en que yo no me sé comunicar. Aun así no sé que chingados estoy haciendo de mi vida, quiero esperar a esa “pizca” de magia, etc… Pero que hueva esperar. 
Soy demasiado introvertida, a veces amo a las personas, conocer nuevas personas y estar con ellas, pero otras veces quisiera no salir ni de mi cama, mandar a todos a freír espárragos. Tengo un grupo muy selecto de amigos, sin embargo se que me he portado como una hija de puta, todo por no resolver mis problemas.
En este escrito, no les diré que resolví todo, que ya encontré la luz. Esto cuenta como un diario y en el transcurso de los días iré publicando cada vez que me sienta de la mierda. Por hoy, se que los 20´s han llegado después de un año y que la estoy cagando.


UTOPÍA / ¿El tiempo lo es todo?

Últimamente la palabra que ha girado en mi entorno es el “tiempo”. Parece que todos viven tan atareados por esta pequeña palabra, la mencionan para hacerte “reaccionar”, para que “comprendas”, o “aprecies” el recurso tan escaso que es y en efecto puede ser todo lo que tu le quieras poner, sin embargo lo que no me parece es que por querer abarcar o cumplir con esta palabra “tiempo”, en verdad no la entiendas… No la vivas y la disfrutes.
Escucho, veo que hay que vivir en un marco realista, donde todo se mueve a través de lo que hoy haces y pierdes, donde tu tiempo es una valiosa pieza para todos, buscando como “aprovecharlo” o “consumirlo”, donde las reglas de la vida ya están escritas y si no cumplen tal y como lo dictan estas “perdiendo el tiempo”.
Creo y al decir esta vulgaridad de creer, que no sé en su totalidad ni por qué estamos aquí, ni cuál es nuestro propósito, pero lo único que sé es que para mí alguien que “pierde su tiempo” no existe. Lo que eras hace 2 segundos, se fue y lo que serás los próximos, no es. Lo que eres ahora es una utopía.
Contradicción: Todo lo que somos hoy, es la “construcción de ese tiempo”… Aun así seas un bueno para nada, un imbécil, un empresario, etc, etc…
Uno que otro se preguntará: “¿Pero eso no es un pensamiento mediocre? ¿Darle justificación a aquellos que no hacen nada?,” blah, blah, blah.
"Pos" podría ser, a su razón… podría. Pero sin dudar, las oportunidades se les presentaron a unos de los cuales pocos las tomaron y otros fueron en busca de ellas. Me quiero referir a qué, la libertad de hacer valer nuestro tiempo es tan valiosa como el que no la quiere hacer valer. No me malinterpreten, estoy a favor de que uno hace lo que le gusta y el por qué estar haciendo cosas que no te interesan cuando podrías hacer las que si...
El punto al que quiero llegar es que todos los días escucho comentarios de personas atareadas por el tiempo y lo que este les cuesta, desde la escuela, el trabajo, salario, amigos, familia, amor y un sin fin de cosas. Mi pregunta es ¿Si no sé tuviera la apreciación del tiempo o la importancia de este, en verdad sería lamentable no haber dicho palabras en el momento exacto, o no haberse despedido de alguien o cosas de este tipo, viviríamos con ataduras? ¡vaya!, casi al punto de considerarse “seres insensibles”? ¿Qué tan “loco” es la idea de “vivir” sin tener la noción”? ¿Es en verdad importante y fundamental para la transcendencia? ….


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