jueves, 17 de septiembre de 2015

Social-mente bien

Después de todo tienes que dar la cara, adelante ¡Vamos! levanta tu trasero y ve a donde tienes que ir. 
Una vez dentro, todo lo que dejas afuera se queda entre ese marco que sostiene la puerta, una vez dentro, ve y coge un lugar al frente, en medio. Deja a todos por detrás tuyo; desde que llegas, observa a todos y hacia dónde dirigen su mirada, qué cara hacen y hacia donde termina.

Una vez que te sientas, escucha detrás de tus pequeños hombros con pelos las voces del "gracias a Dios, estoy bien", "ya mero termino la universidad y sin rastros", "que bueno que me tome la pastilla aquella noche", "que bueno que no me gustan los pitos", "que bueno que no me gustan las vaginas", "que bueno es pasar cualquier cosa, menos eso". ¿Placentero no es así?  Lo mejor es que no conoces a nadie, nadie te conoce, al menos creen que pueden adivinar la clase de "desastre natural" que te ha hecho la vida; lo hace más fácil, no saludos, no despedidas, no conversaciones de "qué hiciste en el verano", etc. Solo llegas, finges y te vas. 

Una vez fuera, lo que menos quieres es encontrarte a alguien, digo, menos así, cuando las estadísticas, la revistas de "mujer" y sitios de "feminidad" te dicen que debes estar contenta, feliz y con coraje, es cuando más quieres mandar a la mierda a quien se te ponga enfrente.
Es tan sencillo saber lo que piensan, sí, así como lo ven, una tipo clarividente y ¿Cómo lo sé, en base a qué mis niveles de psique se desarrollaron más que los demás, a qué clase de postura "sobrenatural" le rindo cuentas? La respuesta es simple, yo estaba de ese lado. 

Cuando reconoces a alguien, haces lo "típico", sacas tu móvil, te intentas distraer con eso o si bien, volteas hacia otro lado, ignoras a la persona y si la vez mucho antes de que esa persona te vea, te vas por otro camino y asunto arreglado. Son reglas, digo es mejor hacerlo a qué saludar mediocremente, perder tiempo, palabras y recibir un mal sabor de boca por las dos partes.
Si en mi y sin esas bases morales de cordialidad y de llevar la "fiesta en paz", todo sería mas fácil con un "ábrete, mierda",sonrío y me voy.  

Y no, no es ser negativa ¡Dispensen el atrevimiento!, sabes que eres la persona más positiva. Te das "ánimos realistas" que no cualquiera se da o tiende a dar. Digo, detrás de esa imagen "hippie style", tenemos que razonar la que mierda vendemos, porque al final de las horas, esto es mío, sin embargo esta construido a base del que tu pienses y ni más ni menos de la crítica del apoderamiento del "yo".
En fin, hora de regresar a casa, empiezan los dolores de pies, cabeza y hay un calor que nos hace arder los ojos, cabe mencionar que se necesita urgentemente introducir ciertas calorías a esos dos estómagos, vueltos uno.

¡A brindar porque llegue fin de mes!

















miércoles, 19 de agosto de 2015

Antes del "sí"

Día: Lunes 09 de marzo del 2015.
Hora: 11:50 am
Misión: Prueba de sangre/ Embarazo


Blusa azul, pantalón de mezclilla, vans negros, pelo recogido, mochila lista, audífonos y salgo con el futuro entre los ojos.
Al llegar a mi destino, cambio la música, la subo a todo volumen y Queen con su bohemian raphsody me dieron la fuerza para cruzar la puerta y pedir una prueba de embarazo.
¿Lo había pensado? ¿tenía un plan en caso de que llegará a suceder? ¿Qué era lo que me daba miedo? ¿Qué pensaba realmente? Y la pregunta del millón ¿qué iba a hacer?
30 minutos de espera y volví a entrar al establecimiento, tome mi sobre, lo abrí y sólo dije a la recepcionista "gracias" y salí por aquella puerta.
Pasos más adelante, tomé el teléfono llame a mi mamá y me derrumbe...
Minutos después de recobrar la postura, guarde el sobre y me dirigí a la escuela, una vez ahí... Tenía que verlo, no sabía si decirle o no, no sabía si tenía que huir o no, sabía que era lo que él haría, sin embargo ¿yo quería eso?
Lo vi, lo abracé, platicamos un rato, él me notaba rara así que me despedí y corri a mi salón. A la salida, corrí a tomar el taxi y no me despedí de él, no quería hablar con nadie.
Sin embargo, al llegar a casa todos sabían lo que ocurría, el ambiente cálido que siempre hace que no quieras salir de casa, ya no estaba.
Ahí sentados se encontraban mi padre y madre, al verlos me derrumbe, les pedí perdón y les dije todo lo que tenía planeado en ese entonces:
"No se preocupen, no lo tendré, yo no quiero hijos, aun estoy a tiempo, no les voy a quitar la tranquilidad a la casa, si hago esto más rápido no tendré que comentarle nada a él y listo."
Hablé y hablé, lloré y lloré y ellos sólo me veían, no decían nada, hasta que por fin terminé; mi madre dijo: "si eso es lo que quieres, esta bien, pero debes decirle a él. Vete a descansar mañana será otro día".
 Minutos después recibo la llamada de él, tomó valor y le digo lo ocurrido, él sólo pregunta el por qué no lo dije en la escuela, etc... Me dice que todo va a salir bien, que me relaje, que ya habíamos hablado que pasaría y que cualquier decisión que tomé me iba a apoyar.
Respiró y decido terminar la llamada, mañana será otro día...



sábado, 30 de mayo de 2015

So, do it. Decide. Is this the life you want to live? Is this the person you want to love? Is this the best you can be? Can you be stronger? Kinder? More compassionate? Decide. Breathe in. Breathe out and decide.


— Richard Webber

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